sábado, abril 05, 2008

Bajo perfil y promesas electorales

El gobierno de Leonel Godoy no las tiene todas consigo. En pocas semanas se las ha arreglado para meterse en varios líos con los maestros, los burócratas, y con los funcionarios despedidos... un buen análisis de lo que está ocurriendo es el que escribió Luis Jaime Cortés (ex secretario de Cultura con Lázaro Cárdenas Batel) en La Jornada Michoacán el 31 de marzo pasado:
Paradojario

Los primeros 100 días son siempre muy ilustrativos de lo que podrá lograr un gobierno en sus restantes 2090 días o, en este caso, como se trata de un cuatrienio, 1300 escasos días. Lo que pasa en los primeros 100 es paradigmático, establece una inercia que luego es difícil cambiar en cualquier sentido. Como que 100 días son suficientes para que todos agarren las mañas del momento y se pongan a caminar por la cancha como las estrellas de la selección. Recordemos por ejemplo los primeros 100 días de Fox. Bastaron para saber lo que sería el resto.

No es que sea una cifra cabalística, pero parece un tiempo razonable para que el gobierno que llega nombre a sus funcionarios y éstos empiecen a trabajar en programas que ya entendieron como prioritarios.

En realidad, no es que piensen las prioridades en esos 100 días, pues los funcionarios designados hicieron méritos, se supone, al pie de la campaña. Se supone que las prioridades las pensaron ahí, y que la configuración de esas prioridades fue la que dio los votos correspondientes. Por lo que en realidad los 100 días deberían ser para empezar a trabajar. Al funcionario en cuestión se le nombra en los primeros, digamos 10 días, y tiene 90 para hacer lo que se supone que ya sabe, porque es un experto en el tema, se entiende, y porque conoce las promesas de campaña de su góber al dedillo.

El gobierno de Leonel Godoy casi cumple los primeros 50. Es decir, todavía tiene tiempo (poco) para mostrar de qué se va a tratar el asunto.

Hay que decir que contrasta cierta inmovilidad, al menos aparente, de su gobierno, con la actividad mostrada después del triunfo electoral. Dio señales muy claras de que sentaba las bases de su gobierno con anticipación. Hasta logró que el Congreso aprobara la creación de nuevas secretarías antes de que él mismo tomara posesión. Parecía que todo marcharía sobre ruedas en cuanto llegara el 15 de febrero. Sin embargo, la realidad de gobierno parece otra. Ni siquiera se han nombrado a todos los funcionarios y ningún área parece tener todavía claro qué es lo que tiene que hacer.

O la cosa se mueve poco, o se comunica mal. Pero la impresión es, aunque se trate de una visión prematura, deficitaria. Habrá que esperar por ahí del 24 de mayo, cuando se cumplirán 100 días.

¿Qué deberíamos esperar racionalmente en 100 días? Al menos, que se designen los funcionarios, que se establezcan los programas, se agenden las prioridades, se definan en detalle los presupuestos, y se empiecen a ejercer de acuerdo al plan que les dio origen. Eso daría metas anuales medibles, que son tan importantes de conocer como los presupuestos desglosados. ¿Cuándo ha conocido la opinión pública en Michoacán los presupuestos desglosados del gobierno, y sobre todo, antes de que se ejerzan, para poder evaluar el rigor y el trabajo de las áreas?

Hasta el momento, ¿qué encontramos? El aparato de gobierno no está completo, muchos puestos se encuentran aún vacantes o con los titulares anteriores sin ratificar, lo que equivale a que de algún modo no están pero están, que es un modo de la inoperancia.

La indicación dada es: “hay que seguir adelante”. Pero adelante con qué, adelante para dónde. Terminó el sexenio y se supone que hay que plantear nuevas metas y nuevos presupuestos, sobre todo cuando hay hasta nuevas secretarías. Como dijo un diputado: “hay nuevos presupuestos presupuestales”.

¿Qué se va perfilando, qué es lo que guarda la memoria hasta hoy? Una huelga universitaria que duró más de lo deseable. La desacreditación de Medicina, que aunque sea asunto “interno” de la Universidad, es a la vez a todas luces un asunto de gobierno. Una Secretaría de Educación en paro con una secretaria que no acaba de tomar posesión. Una huelga de empleados en el horizonte. Las medidas perfiladas como prioritarias parecen sólo eso, prioridades en perfil.

Da la impresión de que todavía hay muchos desempleados de campaña en busca de acomodo. Y con las elecciones del PRD, peor será.

Y surgen muchas preguntas. El equipo de las secretarías, evidentemente designado por el gobernador, ¿podrá trabajar con los secretarios? ¿O trabajará contra ellos? ¿Es una especie de guillotina pendiente de las cabezas para quien se quiera pasar de listo, o es el desencadenamiento de guerras internas que mantendrán ocupados a los funcionarios en mantener sus cargos en una lucha tan encarnizada que no tendrán tiempo para pensar en qué podría consistir su trabajo, dado el caso.

Si a un secretario, por año, le quitamos los días feriados, en que tiene que ir a honrar a los próceres, le quedan unos 310 días de trabajo. Si a ellos les quitamos los domingos, la cifra se reduce como a 260. Y si a eso le quitamos las reuniones de gabinete, ya vamos por 200 para pensar en trabajar en temas sustantivos. Si a eso se le quitan los días de grilla para defenderse del equipo de trabajo que está peor que Encinas y Ortega, pues ya va por los 100 días disponibles para el trabajo. Y si a esos le quitamos los días de negociaciones con el sindicato, pues el tiempo para temas sustantivos es realmente como de un 10% de eficiencia global. Ahora, se supone que será un gobierno que trabajará hasta los sábados. ¿Habrá resultados acordes con ese dato?

Y como en todo gobierno, el pueblo, ese agente de la democracia participativa, también ha elegido sus chistes favoritos en este corto plazo. El más socorrido y todavía en cartelera es el relacionado con el (así llamado por el gobernador) “bajo perfil” de los funcionarios.

Los excluidos de hueso se consuelan manifestando que no dieron el perfil, y todo mundo entiende que lo dicen con satisfacción manifiesta. Los que se quedaron, a su vez, se tranquilizan porque no hay en ellos las expectativas que rodeaban a Hugo Sánchez, quien se supone de alto perfil. Siendo de bajo perfil es como si Mouriño se fuera a dirigir la selección.

Se ha creado en estos primeros 50 días toda una hermenéutica para imaginar qué quiere decir el profuso concepto del “bajo perfil” del gabinete. Muchos de los que ya amarraron la chamba lo entienden como que “no hay que hacer nada que no sea por estrictas instrucciones del góber”. Así pues, está prohibida la creatividad. “No te me andes poniendo creativo”, podría ser un regaño áspero del jefe en ese contexto. Así pues, escuchar y obedecer. Y si el góber no dice nada, pues eso significa que lo políticamente correcto es no hacer nada. Digo, si quieres permanecer en el puesto.

¿No tendrían derecho a sentirse un poco incómodos los que fueron elegidos porque cumplieron con el “bajo perfil”? Deben tener sentimientos encontrados. Con chamba, pero por vez primera de manera explícita porque tienen bajo perfil. Como si se lo merecieran, pues.

¿Qué pasa si un funcionario trabaja de tal manera que demuestra que tiene un “alto perfil” y que por tanto entró engañosamente, pues no cumplía con el requisito de ingreso?

De hecho, yo diría que hay unos cuantos que de ningún modo cumplen el “bajo perfil”, pero no digo sus nombres porque luego se ponen vanidosos. Pero ellos deben sospecharlo. Cuando están a solas con su almohada deben pensar “yo soy de alto perfil, ojalá y no se me note. Los he engañado bien hasta hoy.”

Ahora, si por bajo perfil quiso decir el gobernador que les prohibía que anduvieran de declarativos con la prensa, pues eso de plano está bien, especialmente porque si de hecho son de bajo perfil en el otro sentido, pues las cosas que dirán no serán muy apropiadas ni inteligentes, y entonces ni para qué andar hablando. Mejor quedarse callados.

Y luego sucede que hay asesores por todos lados, cuando supuestamente no habría, según declaración expresa. ¿Y para qué puede servir un asesor de bajo perfil?

1 Comentarios:

Blogger San Judas Cuauhtemoc Cardenas dijo...

Lázaro Cárdenas Batel RATA DE DOS PATAS

RATA DE DOS PATAS
DEVUELVE A MICHOACAN LO QUE TE HAS ROBADO

Lázaro Cárdenas Batel

Saqueó Michoacán por más de tres mil millones de pesos

El gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel,
saquea las arcas de la entidad al otorgar contratos fantasmas
a la constructora Consorcio Industrial, empresa propiedad
de Félix Cantú Aguilar que defrauda al fisco, opera
ilegalmente y tiene suspensión de actividades.
Por cada contrato, Cárdenas Batel recibe una jugosa
comisión del 85 por ciento, a través de una ingeniosa
triangulación bancaria en la que la empresa se queda con
el 15 por ciento restante del dinero sin realizar ninguna
obra.

Lo saqueado hasta el momento por el mandatario
michoacano a la entidad que gobierna es de casi tres mil
millones de pesos, cifra que desvió de recursos destinados
a educación, seguridad y desarrollo social.
Parte del fraude y atraco a las arcas del gobierno de
Michoacán consiste en pagar millonarias sumas a la
constructora Consorcio Industrial por supuestas obras
que realiza y que en realidad son hechas por el gobierno
Federal, es decir la compañía de Cantú Aguilar las hace
suyas sin meter las manos.

De esta manera, Lázaro Cárdenas Batel, a quien le que quedan
escasos días como mandatario estatal, hace efectivo
aquello del “año de Hidalgo”, convierte al presupuesto
michoacano en su “caja chica” y se retira del cargo con
muchos millones de pesos, resultado de los ilícitos negocios
con la mencionada constructora.
La empresa constructora, propiedad de Félix Cantú
Aguilar, tiene en sus fraudulentas operaciones como
“cerebro” a su contador público Raúl Rosas Morales,
quien a su vez es protegido por los funcionarios de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público Juan Hernández
y Víctor Manuel Reyes, quienes “tapan” las evasiones fiscales.
Por estos dos funcionarios y Rosas Morales es que
Consorcio Industrial, que agrupa a 20 empresas, sigue
operando, no obstante tener problemas legales por evadir
al fisco y la suspensión de actividades presentada ante la SHCP.
Por su carácter al margen de la ley, la totalidad de los
contratos que consiguen los “venden” a otras compañías.
A pesar de su carácter ilegal, la empresa propiedad de
Cantú Aguilar sigue operando y prueba de ello son los
contratos que de manera ilícita le otorgó el gobernador de
Michoacán –unomásuno tiene pruebas en su poder—,
quien a cambio se benefició con varios millones de pesos Sin embargo,

Consorcio Internacional no paga el
Impuesto al Valor Agregado (IVA) y por consiguiente el
Impuesto a la Renta, lo que constituye un grave delito
en perjuicio de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y del gobierno Federal mismo.
En otra negociación ilegal, el gobierno del
Distrito Federal le otorgó a la empresa una serie de
contratos para obras, tras ganar un concurso,
según trascendió. Lo insólito de todo esto, al igual
que como ocurrió en Michoacán, es que Consorcio
Industrial no tiene maquinaria para realizar los
trabajos.
Lo mismo ocurrió con la paraestatal Petróleos
Mexicanos que le concedió contratos por 2 millones de
dólares y 21 millones de pesos.

TRIANGULAN Y “LAVAN” DINERO
Para que el gobernador de Michoacán, Lázaro
Cárdenas Batel y la empresa de Félix Cantú Aguilar
reciban las millonarias sumas saqueadas a las arcas
del gobierno michoacano, utilizan
una ingeniosa triangulación
en la que el dinero es “lavado”
o “blanqueado”.
La triangulación consiste en
que el dinero propiedad del
gobierno del estado que se paga al Consorcio industrial
por las supuestas obras, es depositado en
Interacciones que a su vez las devuelve a las cuentas
personales del mandatario, del propietario de la compañía
y al gobierno local.
Se sabe que incluso hay cuentas en el extranjero y
que algunas de ellas están firmadas por familiares,
como Gabriel Cárdenas Cornish, primo hermano del
mandatario.

AMISTAD CARDENAS-CANTU
La relación entre el gobernador de Michoacán,
Lázaro Cárdenas Batel y el propietario de Consorcio
Internacional, Félix Cantú Aguilar, data desde la juventud
de sus padres, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y
Félix Cantú Ayala.
Al respecto, cabe destacar que Cantú Ayala tiene
cuentas pendientes con la justicia por burlar al fisco y
actualmente está prófugo, según se sabe.
Es precisamente por la amistad de sus padres que
Cárdenas Batel en complicidad con Cantú Aguilar
idean el desfalco al gobierno del estado de
Michoacán.
La empresa Consorcio Industrial S.A. de C.V. formaliza
con el estado de Michoacán sus contratos el 4 de
junio de 2004.
Sobre el aviso de suspensión de operaciones, esta
sucede el 19 de junio de 2006.

CARDENAS DEBE SER INVESTIGADO
Sobre el desfalco a las arcas del gobierno de
Michoacán, gente que conoce el asunto demanda que
se investigue a Lázaro Cárdenas Batel por el presunto
ilícito antes mencionado.
Señalan que el todavía gobernador hizo efectivo el
“Año de Hidalgo” al apoderarse de esta manera de
varios millones de pesos que eran para educación,
seguridad y desarrollo social.
Piden que el gobernador electo, al homosexual de Leonel Godoy inicie su

Gestión con una auditoria para que, de haber responsabilidades,
se haga justicia.

26 abril, 2008 18:58  

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