Teoría y práctica

Esta mañana tuve la oportunidad de asistir a la inauguración del Foro Internacional Michoacán. Gobernabilidad y Desarrollo Democrático (3er Seminario Internacional) en el Centro Cultural Universitario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia. De un muy nutrido Presidium, hablaron el síndico del Ayuntamiento de Morelia, el presidente del Instituto de Administración Pública de España, el presidente del Instituto de Administración Pública de Michoacán y, obvio, dirían las chavitas de RBD, el gobernador de Michoacán. Y todos se llenaron la boca hablando de las virtudes de la administración pública, de la democracia, de la gobernabilidad o gobernanza (como le dicen en España al governance), de la implantación de las políticas públicas y de las obligaciones del Estado. Y entre éstas mencionaron la seguridad. Y todo muy bonito, quienes estábamos ahí aplaudíamos, convencidos (quiero creer) de la vinculación que existe entre el avance democrático y la capacidad de los gobiernos para implantar políticas públicas consensadas, lo que a su vez conduce, dijo alguien, a sociedades más democráticas (al menos ese era el sentido).

Pero bastaba leer los diarios de hoy de Morelia para cotejar lo que se decía en ese recinto académico con la terca realidad: después de dos días de manifestaciones, la administración de Lázaro Cárdenas (nieto), cancela el programa de verificación vehicular en la entidad, luego de que en múltiples ocasiones dijo el señor que no habría marcha atrás. Nuevamente una medida favorable al medio ambiente es desechada ante la presión de líderes de transportistas (¿habrán visto alguna vez cómo echan humo los autobuses urbanos -da pena llamar así a unos cacharros inmundos- de Morelia?) y de grupos de presión (y sin necesidad de enarbolar machetes). La pregunta ahora es la de siempre: ¿y qué pasa con los ciudadanos cumplidos, aquéllos que sí llevaron sus autos y camiones a verificar y pagaron por ello? Pues nada: ¡que les volvieron a ver la cara! Y luego preguntan por qué el descrédito de los políticos. Y en cuanto a las responsabilidades del Estado, de las que también se habló bonito en la mañana, también hubo noticias contrastantes: ayer emboscaron a 9 policías en Apatzingán, con un saldo de tres muertos y seis heridos; y en otro rumbo asesinaron a un hermano de la ex Procuradora de Justicia del Estado y actualmente diputada local.

Pero qué importa todo eso: tenemos un foro internacional para hablar bien del gobierno y otros burócratas andan viajando por Europa difundiendo las bellezas y atractivos de nuestra tierra. Eso es lo relevante.